Condiciones éticas de crianza
Nuestros socios italianos dan prioridad a tratar al búfalo sin estrés y con los más altos estándares. Estos valores se reflejan en todos los procesos, desde la cría hasta el sacrificio. Nuestros socios rechazan estrictamente las prácticas generalizadas de los criadores de búfalos italianos de dejar morir a los animales jóvenes machos porque no son útiles para la producción de mozzarella de búfala. Son la primera asociación de criadores de búfalos en toda Italia que trabaja por el bienestar de los animales, ofreciendo tanto a los animales machos como a las hembras una vida de los más altos estándares de calidad. Para nosotros, esta es una empresa admirable con un carácter ejemplar.
Condiciones geográficas y climáticas ideales
Las granjas del sur de Italia son perfectas para la cría de búfalos de agua: en una ciudad costera al sur de Nápoles, en las inmediaciones del mar Mediterráneo, nuestros búfalos viven al aire libre durante todo el año. En los pastos se puede oler el aire salado y fresco y sentir el viento ligero del mar cercano. Nuestros búfalos crecen rodeados de extensas praderas con acceso a pozos de agua y se alimentan exclusivamente de hierba fresca y hierbas italianas. Por la noche o en el frío, un refugio proporciona refugio a los búfalos. Como efecto secundario de la cría de búfalos, los animales cultivan naturalmente su hábitat y contribuyen así a la preservación sostenible del equilibrio natural de nuestro ecosistema.
Experiencia de sabor única
Nuestra carne de búfalo italiana también es extraordinariamente tierna y se caracteriza por su propio sabor particularmente aromático. La dieta de alta calidad y sobre todo las aromáticas hierbas italianas le dan a esta carne un toque único. La cría de nuestros búfalos se lleva a cabo de acuerdo con pautas muy estrictas, por lo que se pueden garantizar condiciones óptimas. Al degustar este producto, inmediatamente queda claro que el gran esfuerzo se ve recompensado en sabor y calidad.
Propiedades ricas en nutrientes
El modo de vida natural y libre de los animales, que se encuentran en casa los 365 días del año en todos los climas en extensas praderas, representa un contraste absoluto con la ganadería industrial generalizada de hoy en día en establos estrechos. Junto con la robustez natural del búfalo, es posible prescindir del uso de antibióticos. La nutrición ejemplar del búfalo con hierbas y pastos italianos frescos también hace que los piensos concentrados y las hormonas de crecimiento sean superfluos. El resultado es una carne que no solo no tiene paralelo en términos de sabor.
